Google Stadia, la plataforma de juegos en la nube desarrollada por el gigante estadounidense, nunca llegó a cuajar, y ahora, tal y como se anunció hace unas semanas, la compañía busca nuevas formas de rentabilizar el proyecto y sacarle partido. Aunque Google ha dejado un poco de lado a Stadia y ya no lo considera una prioridad, no tiene intención de abandonarlo definitivamente (al menos por ahora), por lo que los antiguos y nuevos usuarios podrán seguir utilizándolo; mientras tanto, parece que el gigante de Mountain View tiene planes de diversificación, poniendo la infraestructura a disposición de sus clientes mediante un acuerdo de licencia.
Según las últimas informaciones, Google está ofreciendo la tecnología de Stadia a varias empresas, principalmente desarrolladores y editores, siendo Capcom y Bungie dos de los grandes nombres entre los interesados. Recordemos que la infraestructura de Stadia ya ha sido utilizada por otros en el pasado: en octubre de 2021, la estadounidense AT&T ofreció una versión en la nube de Batman Arkham Knight a miles de clientes, gracias precisamente a los servidores puestos a disposición por Google.
Parece que Google pretende transformar Stadia de una plataforma de juego en la nube a una infraestructura ofrecida a sus clientes con licencia, permitiendo a estos últimos crear su propia plataforma de streaming, con sus propias suscripciones, periodos de prueba, servicios y demás. El enfoque del negocio parece estar cada vez más orientado al B2B, pero esto no es necesariamente algo malo: mientras que Google no tiene experiencia en el sector del juego, es definitivamente muy fuerte en el de la prestación de servicios, por lo que la «conversión» que Stadia puso en marcha podría resultar ser la elección correcta.
¿Qué cambia para los clientes del servicio de juegos en la nube? De momento, como se ha anticipado, nada: Google Stadia seguirá funcionando como siempre, permitiendo a los clientes antiguos y nuevos jugar en la nube desde todos los dispositivos compatibles. No sabemos si la empresa decidirá poner fin a este servicio en el futuro y dedicarse únicamente a la concesión de licencias, pero la esperanza, por supuesto, es que no ocurra nada de eso.